Page 495 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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Hilary corrió por la playa, y su cojera dejó
cráteres desiguales en la arena.
—¿Adónde vas?
Llegó hasta las botas y comenzó a
ponérselas, ignorando los calcetines.
—Al campamento, por supuesto.
—Pero... —Me quedé mirando nuestro
pequeño y patético montón de bivalvos—.
Pero no puedes ir más rápido que el
Messerschmitt. ¿Qué harás?
Cogió su pistola y se puso derecha. Como
respuesta, me miró, con expresión vacía.
Luego se volvió y se abrió camino por entre
las palmeras que bordeaban la jungla, y
desapareció bajo las sombras de los
dipterocarpos.
El ruido del Messerschmitt se desvaneció
entre los árboles. Me quedé solo en la playa,
con los bivalvos y las olas.
Parecía todo tan irreal: ¿la guerra importada
a aquel idilio del Paleoceno? No sentía
miedo, simplemente me sentía trastornado.
Luché contra la inmovilidad, y me preparé
para seguir a Bond en el bosque.
Ni siquiera había llegado hasta las botas
cuando una voz pequeña y líquida llegó
flotando sobre la arena hasta mí:
—¡No...! Vete al agua... ¡No...!
Era Nebogipfel:. el Morlock venía cojeando
hacia mí, cavando pequeños pozos con la
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