Page 598 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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apagaron; el vapor bailaba alrededor de mi
rostro.
Encontré una serie de tazones en la arena.
Tenían el ancho de una mano y eran bajos,
como platos. Algunos de los tazones
contenían agua y los otros, trozos de comida:
alimentos simples, como fruta, nueces, bayas
y cosas por el estilo, pero nada que pudiese
reconocer de inmediato. Sediento, vacié un
par de tazones. Los encontré difíciles de
manejar; al ser bajos, tenían tendencia a
derramarme el contenido sobre la barbilla, y
se parecían tanto a una taza, pensé, como los
platos que uno utiliza para dar de beber al
gato o al perro. Mordisqueé un poco de la
comida; el sabor de la fruta era soso pero
aceptable.
Al terminar tenía los dedos manchados, y
miré a mi alrededor buscando un lavabo o
un baño. Por supuesto, no los había; recurrí
al contenido de otro de los tazones para
lavarme, y me sequé la cara con una esquina
de la camisa.
Probé las ventanas falsas, y salté sin éxito
intentado alcanzar el techo; la superficie de
paredes y suelo era tan suave como la de un
huevo pero irrompible. Cavé en la arena y
descubrí que llegaba hasta unas nueve
pulgadas de profundidad; debajo había un
mosaico de fragmentos de colores brillantes,
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