Page 599 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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como de estilo romano, pero, al igual que el


                  techo,  el  mosaico  no  representaba  ningún


                  retrato o escena que pudiese reconocer, sino

                  que  era  más  bien  un  conjunto  inconexo  de


                  diseños.


                  Estaba  solo,  y  no  venía  ningún  sonido  de


                  más allá de las paredes: de hecho, no había

                  sonidos  en  mi  universo,  exceptuando  el


                  ruido de mi propia respiración, los latidos de


                  mi  corazón,  ¡los  mismo  sonidos  a  los  que

                  había  dado  la  bienvenida  con  tanto  vigor


                  poco antes!


                  Después  de  un  rato,  ciertas  necesidades


                  humanas  se  manifestaron.  Resistí  aquellas

                  presiones todo lo que pude, pero al final me


                  vi  obligado  a  cavar  hoyos  en  la  arena  para


                  hacer mis necesidades.

                  A1  cubrir  uno  de  aquellos  hoyos  sentí  una


                  vergüenza extraordinaria. ¡Me pregunté qué


                  pensarían los viajeros estelares de aquel leja‐


                  no 1891 de semejante representación!

                  Cuando me cansé, me senté en la arena con


                  la  espalda  contra  la  pared.  Al  principio  me


                  dejé  las  gafas  puestas,  pero  la  iluminación

                  era  demasiado  brillante  para  descansar,  por


                  lo  que  me  las  quité  y  las  tuve  en  la  mano


                  mientras dormía.




                  Así comenzó mi estancia en aquella extraña


                  habitación.  Al  desvanecerse  mis  temores



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