Page 22 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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un niño y no le harán ningún daño. Los hombres lo consi‐
deraran como un santo ermitaño. Los demonios le temen
desde hace mucho, así que lo respetarán.
Pero Yama agito dubitativo la cabeza.
–Señora, no es tan sencillo. Aunque he desmantelado
buena parte de mi maquinaria y la he ocultado a centenares
de leguas de aquí, un trafico tan masivo de energías como
el que he empleado no puede haber pasado desapercibido.
Más pronto o más tarde este lugar va a ser visitado. Utilice
pantallas como dispositivos de desviación pero esta zona
en general tiene que haber aparecido en algunos lugares
como si el Fuego Universal danzara sobre el mapa. Pronto
deberemos trasladarnos. Preferiría esperar hasta que nues‐
tro protegido estuviera completamente recuperado, pero...
–¿No pueden haber fuerzas naturales que hayan produ‐
cido los mismos electos energéticos que tus trabajos?
–Sí, y se producen en estas inmediaciones, lo cual consti‐
tuye el motivo de que eligiera este lugar como nuestra base,
así que es posible que no ocurra nada. De todos modos, lo
dudo. Mis espías en los poblados no informan de activida‐
des inusuales. Pero algunos dicen que el día de su retorno
el carro del trueno pasó por encima de la cresta de la tor‐
menta, surcando los cielos y los campos. Esto fue lejos de
aquí, pero no puedo creer que no exista ninguna relación.
–Sin embargo, no ha vuelto.
–No que sepamos. Pero temo.
–Entonces vayámonos inmediatamente. Respeto dema‐
siado tus presagios. Tienes más poderes en ti que cualquier
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