Page 58 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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tan simple que obviamente la han olvidado. Por esta razón
me siento obligado por la estética de la situación a llamar
vuestra atención sobre ello. Luchar contra los soñadores
que sueñan fealdad, sean hombres o dioses, no puede ser
otra cosa más que la voluntad de lo Innominado. Esta lucha
comportará también sufrimiento y así el peso kármico de
uno se verá aliviado como lo sería soportando la fealdad.
Pero este sufrimiento es productivo a un nivel superior a la
luz de los valores eternos de los que tan a menudo hablan
los sabios.
«así pues, os digo la estética de lo que habéis presenciado
esta tarde era de un orden superior. Ahora podéis pregun‐
tarme. «¿Cómo puedo saber lo que es hermoso y lo que es
feo, y verme impulsado a actuar en consecuencia?» Esta
pregunta, os digo, podéis responderla por vosotros mis‐
mos. Para hacerlo, olvidad primero lo que he hablado, por‐
que no he dicho nada. Morad en lo Innominado.
Alzó su mano derecha e inclinó la cabeza.
Yama se puso en pie, Ratri se puso en pie, Tak apareció
sobre una mesa.
Los cuatro abandonaron juntos la estancia, sabiendo que
las maquinarias del karma habían sido derrotadas por un
tiempo.
Cruzaron el dentado resplandor de la mañana, bajo el
Puente de los Dioses. Altas frondas, húmedas aún con la
lluvia matutina, brillaban a los lados del sendero. Las copas
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