Page 544 - Hijos del dios binario - David B Gil
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—Una puerta no le servirá de nada si ellos
vuelven.
Aquello resultaba de una lógica aplastante, así
que decidió no discutir. Se puso una chaqueta, se
guardó el móvil en el bolsillo y la siguió escaleras
abajo. Se preguntaba hacia dónde se dirigían, y no
tardó en descubrir que mucho más cerca de lo que
imaginaba.
Apenas avanzaron doscientos metros calle
abajo cuando ella le hizo cruzar al otro lado y
entrar en una de las viejas fincas características del
barrio. Subieron tres plantas de escaleras antes de
llegar a un piso vacío con las luces encendidas.
—Siéntese en el suelo —ordenó su misteriosa
protectora.
Él obedeció mientras ella apagaba las luces y se
quitaba el abrigo y las gafas oscuras. Debajo
llevaba ropa deportiva y en aquel momento de
sosiego a Girard le pareció mucho más joven que
en su apartamento. La mujer recogió una bolsa de
un rincón, la colocó sobre la barra de la cocina y
buscó algo en su interior. Extrajo un pequeño kit de
primeros auxilios.
—Mi nombre es Clarice —se presentó mientras
se arrodillaba frente a él—. ¿Conoce al hombre que
se encontraba en su apartamento?
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