Page 690 - Hijos del dios binario - David B Gil
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su derecha, la mirada perdida en el techo, como un
turista distraído. Era una manera bastante absurda
de decantar su propio destino, fue el último
pensamiento de Daniel antes de deslizar la mano
bajo la chaqueta del sicario y arrebatarle
limpiamente el arma.
Todo transcurrió en el intervalo entre un par de
plantas: en cuanto empuñó la pistola, Daniel
empujó hacia atrás, aplastando a Yerik contra la
pared, y aprovechó el movimiento para ganar una
corta distancia que le permitió encañonar a Zhao y
descargarle un disparo en el corazón. Mientras este
caía fulminado, y aún sin girarse, orientó el cañón
hacia el muslo de Yerik y le disparó a quemarropa
bajo la cadera.
El ucraniano ahogó un gemido de angustia al
tiempo que se doblaba por el dolor, momento que
Daniel aprovechó para revolverse y arrebatarle el
arma de sus manos crispadas. Yerik quedó en el
suelo hecho un ovillo, con apenas espacio para
yacer junto a su compañero muerto, mientras
trataba de tapar la herida que sangraba con
profusión. Daniel guardó ambas armas tras su
chaqueta y se inclinó junto a él.
—Necesito algo de tiempo para salir de aquí,
así que no puedo permitir que avises al pequeño
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