Page 685 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Su interlocutor sonrió.


                  —Tiene  razón,  hemos  tenido  ayuda  —confesó


           en  tono  jocoso—.  Singapur  solo  era  una  de  las


           posibilidades  que  barajábamos.  Afortunadamente,



           conocemos  bien  sus  métodos  y  contactos,  y  nos


           habíamos encargado de preparar el terreno por si


           se daba una circunstancia como esta.


                  —¿Me  han  investigado?  ¿Por  qué?  Soy  un


           simple prospector, no vendo información.


                  —Y sin embargo, aquí está.


                  Bastian Knocht guardó silencio, a la espera de



           que  Daniel  intentara  desmentir  aquella  acusación,


           pero lo único que obtuvo fue un mutismo hosco, el


           de  alguien  que  no  pierde  el  tiempo  en  rehuir  lo


           inevitable,  sino  que  prefiere  invertirlo  en  calcular


           sus posibilidades.


                  —Sé lo que está pensando —prosiguió el agente


           de  Fenris—:  Tres  hombres  en  esta  sala,  siete  más


           fuera, todos armados, un nivel restringido del que


           solo se puede salir con llave... Pero no tema nada



           de  mí.  Al  parecer,  el  señor  Rosesthein  aún  lo


           considera un activo valioso y me ha pedido que le


           transmita su deseo de hablar con usted, de aclarar


           ciertos puntos. A tal efecto, le llevaremos a Zúrich


           esta misma noche.


                  —¿Un              activo           valioso?              —repitió               Daniel,




                                                                                                            685
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