Page 756 - Hijos del dios binario - David B Gil
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torno a la garganta de Alicia y apretaba los dientes


           hasta  el  punto  de  hacerlos  rechinar.  La  mujer


           manoteó  inútilmente,  aplastada  en  la  silla  por  el


           peso de su verdugo que cada vez se inclinaba más



           sobre  ella...  Pero  antes  de  completar  el  tránsito  a


           una oscuridad de la que ya no se regresa, la feroz


           presa se aflojó y permitió pasar un hálito de vida


           hasta sus pulmones.


                  Levantó  la  vista  a  tiempo  de  ver  cómo  una


           larga hoja de acero había penetrado por el hueco de


           la clavícula de su estrangulador. El sable se retiró



           con  una  sacudida  estremecedora  y  el  viejo  se


           desplomó  con  los  pulmones  anegados  en  sangre.


           La  linterna  rodó  por  el  suelo,  rozando  con  su  luz


           una  figura  embozada  con  un  casco  de  motorista.


           Alicia  buscó  la  pistola,  pero  se  había  perdido


           irremisiblemente entre las sombras.


                  —Intenta  respirar  despacio  —dijo  una  voz


           distorsionada  a  través  del  casco,  y  sin  embargo,


           reconocible.



                  —¿Daniel?  —Pero  comenzó  a  toser  con


           violencia.


                  —No hables —susurró—. ¿Has llegado a ver a


           Hsen Sek, sabes si está en la casa?


                  Ella asintió en silencio y señaló hacia el fondo


           de la estancia. Daniel levantó la vista, y si fue capaz




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