Page 758 - Hijos del dios binario - David B Gil
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que el geolocalizador proyectaba sobre su visor. La
entrada a los túneles de mantenimiento se
encontraba quince metros por debajo del nivel del
suelo y solo era accesible a través de una escotilla
abierta bajo el hueco del ascensor. La buena noticia
era que, según los planos que Denga le había
transferido, había un acceso al elevador en aquella
planta; la mala (por sospechosa) era que nadie
hubiera bajado aún a rastrear la presencia de
posibles intrusos.
Llegaron al pasillo que debía desembocar en el
ascensor y, por un momento, Daniel se atrevió a
pensar que quizás todo resultara así de fácil, hasta
que vio cómo un filamento de luz vertical se
filtraba entre las dos puertas de metal. Frenó en
seco mientras maldecía al cabrón que había
previsto una alimentación auxiliar para el ascensor,
y obligó a Alicia a retroceder hasta un hueco al
amparo de unas tuberías contraincendios. Ahora
tenían al enemigo entre ellos y su ruta de escape.
Aplastó a Alicia contra la pared y se asomó.
Seis hombres salían de la cabina iluminada; en
cuanto las puertas se cerraron a sus espaldas,
activaron las lentes de visión nocturna, que
emitieron un destello azulado en la oscuridad. Iban
armados con subfusiles y el líder levantó el puño
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