Page 759 - Hijos del dios binario - David B Gil
P. 759
para que todos se detuvieran. En silencio, marcó
una serie de instrucciones apoyando los dedos
contra el pecho. Era el código empleado por las
fuerzas especiales chinas, así que Daniel no tenía ni
idea de lo que estaba indicando. Tampoco es que
tuviera mucha importancia: eran seis, fuertemente
armados y estaban en un pasillo que no tenía
salidas laterales. No necesitaban una táctica muy
elaborada.
Se volvió hacia Alicia para susurrarle al oído.
—Date la vuelta, agacha la cabeza y, sobre todo,
cierra los ojos tan fuerte como puedas.
Daniel liberó los broches magnéticos de su
mochila y extrajo un cilindro metálico del interior.
Cuando volvió a asomarse, el pequeño escuadrón
ya había comenzado a avanzar. Desconectó la
visión nocturna de su casco y, apartando el rostro,
lanzó la granada aturdidora.
El fogonazo de luz blanca borró la oscuridad de
un plumazo y apuñaló los ojos de sus enemigos.
Incluso Daniel, que se había cubierto antes de la
detonación, se sintió algo desorientado al
incorporarse y avanzar hacia ellos empuñando la
espada Muramasa. Los soldados se arrancaban las
máscaras de visión nocturna y se tambaleaban casi
noqueados, tratando de sobreponerse al lacerante
759

