Page 771 - Hijos del dios binario - David B Gil
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mapa del litoral vietnamita que reflejaba los puntos
donde se habían realizado prospecciones hasta el
momento. Harada conectó la calefacción, puso en
marcha la cafetera y se dirigió a la salida. Antes de
retirarse, insistió en que le avisaran si precisaban
de cualquier cosa, ofrecimiento que acompañó con
repetidas reverencias hasta que Denga cerró la
puerta dejándolo fuera.
Se sentaron en torno a la mesa, y Alicia tuvo la
fugaz impresión de encontrarse ante uno de los
consejos de redacción convocados por Claudio,
aquellos a los que ella tenía por costumbre llegar
tarde y a los que asistía desde una esquina,
hablando solo cuando le dirigían la palabra.
Consideró que guardar silencio y escuchar también
sería una sensata manera de proceder en esa
ocasión.
—¿Y Clarice? —preguntó Daniel—. Creí que
vendría con ustedes.
—La señorita Clarice es una gran agente de
campo —señaló Inamura—, pero los asuntos que
hemos de tratar no le conciernen.
—Lo que hemos de tratar es un plan de acción
sobre el terreno, y cuanto antes lo hagamos, más
posibilidades tendremos de ganar la partida. Diría
que, dada su experiencia en jugar al gato y al ratón
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