Page 799 - Hijos del dios binario - David B Gil
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holográficos que, en otro momento, probablemente
hubieran mostrado información sobre los milagros
médicos que allí se obraban. Ahora permanecían
desconectados. En el otro extremo de aquel espacio
vacío, más allá del mostrador de recepción, una
galería que se adentraba bajo el nivel del suelo
parecía su única opción de seguir adelante.
—¿Está en el interior? —preguntó Denga.
—Sí. Esto parece una tumba. Solo las luces
auxiliares siguen encendidas.
—No se relaje, hay al menos una persona más
con usted.
—Créame, es difícil relajarse aquí dentro.
Dejó atrás el vestíbulo y se internó en el pasillo
descendente. El suelo resonaba con un repiqueteo
metálico bajo sus botas y las paredes presentaban
una uniformidad vítrea, aséptica. Había un matiz
en el aire que lo inquietaba, un olor artificial, como
si la atmósfera estuviera esterilizada. Finalmente,
alcanzó una planta que hacía las veces de
distribuidor para una red subterránea de pasillos
idénticos. Habría podido elegir cualquiera, pero, de
improviso, uno de ellos se iluminó con líneas de
evacuación que se movían en su dirección. Parecía
que alguien no quería que se perdiera.
—Se acerca a la huella térmica —dijo la voz en
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