Page 292 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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las excesivas demandas cotidianas del trabajo. Podría decirse que hay un movimiento de los
docentes en lo relacionado con la FDP que coloca a ciertos grupos de ellos ante el mercado de capital
cultural para su incorporación al sistema educativo y otros responden desde la oposición a las
propuestas, que en una lectura rápida puede confundirse con desinterés hacia el conocimiento.
Respecto a la posición de los docentes en ejercicio pareciese reconfirmarse el análisis
realizado por la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DINIECE,
2008) a partir de los datos del último Censo Nacional de Docentes de 2004, en el cual se afirma la
presencia de una relación inversa entre el deseo de capacitarse y la antigüedad en la docencia; en
aquel momento, los noveles expresaron intenciones de capacitarse en áreas que percibían
deficitarias en su formación mientras que los docentes con 6 o más años de ejercicio manifestaron
apelar a la propia experiencia para resolver los problemas y al intercambio con los pares, ocupando
menor importancia otras instancias de capacitación.
La interpretación de esta diferencia de posicionamiento de los agentes según años de
trabajo toma una orientación al revisar los resultados de la encuesta comparativa realizada en 2001
y 2010 a docentes del Nivel Secundario (Bottinelli, 2011), la cual muestra la pérdida de fuerza del
objetivo de transmitir conocimientos y la persistencia de demandas de las docentes asociadas a las
sobreexigencias laborales y el escaso tiempo para cumplirlas. Estos datos indicarían que en este
lapso temporal de diez años no se modificaron las condiciones de trabajo e institucionales que
existían en 2001 que eran los causantes de la intensificación laboral (en los datos del Censo Docente
de 2004 se reiteran los resultados. Dicho argumento se contrapone a otros que sostienen la
presencia de una ideología conservadora en los docentes que los hace resistir los cambios y más
aún a la inclusión de nuevos sectores sociales en el Nivel Secundario.
3- Discusión
La ampliación de la cobertura educativa a partir de la Ley de Educación puede analizarse
como respuesta ante el estallido de las estructuras de sentidos sociales producido en años previos;
el espacio dislocado en el caso de la esfera educativa se produce ante las diferentes demandas
sociales respecto a los adolescentes y jóvenes desde fines del siglo XX que se anudan en una cadena
equivalencial que establece como significante maestro el reto de la escolarización masiva; esto es,
condensa esos diversos significados en el punto nodal (Hernandez Zamora, 1992) de la cobertura
educativa universal en esas edades. Se produciría una nueva articulación sobre los sentidos de la
escolaridad secundaria construyéndose un discurso político de democratización que era de las
elites y mostrándose la conquista sobre las mismas con este proceso de universalización.
Conjuntamente a la universalidad se une el significado de conocimientos relevantes para la
sociedad actual con la introducción de temáticas de la sociedad del conocimiento, aludiendo aquí a
nuevas tecnologías principalmente, y los conocimientos sobre sexualidad, géneros,
interculturalidad entre los principales. Se unifica en este nuevo sentido la cobertura con la
introducción de nuevos contenidos del arbitrario de significados que pretenden su lugar en la
hegemonía cultural.
Como analiza López Nájera respecto al mito de la calidad educativa (2011) y que aquí puede
traspolarse a este mito de la universalización del Nivel Secundario, este discurso plantea un nuevo
orden que es aceptado por diversos sectores, diferentes entre sí desde sus historias y posiciones
actuales -como los gremios, universidad, ministerio-, no porque todos coincidan en su contenido
concreto sino por la alternativa creíble frente al desorden y a la dislocación generalizada (citado en
López Nájera, 2011, p. 128). Situación ésta que en la Argentina se manifiesta en la salida de la crisis
del 2001 y el posicionamiento contra el neoliberalismo y que tiene su expresión en el campo
educativo, en una nueva ley educativa que sintetiza aspiraciones de grupos diversos y hasta
encontrados en sus posicionamientos sociales y que analizan la ampliación de la cobertura
educativa obligatoria como una forma de democratización del conocimiento a poblaciones
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