Page 159 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
de mañana, con el sol apenas emergiendo por encima
de las copas de los árboles, Leonor se acercó a la
ventanilla.
—Puedes volver cuando quieras...
—Me gustaría mucho hacerlo...
Después, el carromato lanzó un potente silbido, y
comenzó a alejarse del caserío de Morris.
—Manchurri... ¿Cómo podría convencerte para que
me llevases a Herder?
—De ninguna manera, pardiez, que no quiero ir a
verlo... bien sabe el Huesos por qué... y eso que los dos
le debemos el ser... pero a mí me causan pavor todos
estos negocios de andar con el diablo o los diablos de
por medio y las humaredas de colores, y los sátiros
esos apareciendo... y la moza esa que tiene los colmillos
como agujas... Dentro de poco pasaremos por Toledo,
ciudad hermosa, al borde de un lago... donde
tomaremos buena carga de pescado salado y quizá
cambiemos algún rifle de Morris, verdellón, telas,
calcetines, y un barril de pólvora, y si a mano viene,
tomaremos unas copas, que nunca está de más refresar
el gaznate... pero al castillo de Herder no voy, y
además te digo, que si quieres, que de Toledo se puede
ir, a pie o andando, a elegir, en una semana, todo lo
más, hasta Abilene, y si allí los trasgos te ayudan
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