Page 160 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
encontrarás abierto el camino hacia el Castillo... porque
si no te ayudan, ni los de Abilene te lo sabrán decir... y
eso que en una tasca de allí hay una moza, llamada
Lola, con una cabellera larga como cola de caballo,
abundosa, negra y profunda, con la que he tenido mis
buenos escarceos y que me recibe a gusto, no más que
con invitarla a unas pocas botellas para animar la cosa,
y no me importaría verla. Pero al castillo de Herder, no
voy.
El resto del viaje, hasta el anochecer, fue bastante
silencioso. El automotor caminó pesadamente,
ayudado de cuando en cuando por los pedales, a lo
largo del bosque, y teniendo al otro lado el farallón
cubierto de pinos, que poco a poco iba perdiendo
altura. A media tarde, después de una rápida y frugal
comida, ambos, el bosque y el farallón, fueron
abriéndose a los lados, sobre una extensa pradera
llana, cubierta de hierba, y atravesada por pequeños
arroyos invisibles, en los cuales se hundían, con gran
chapoteo de barro, y evidente peligro, las ruedas
macizas del carromato.
—Manchurri... ¿para qué necesitabas los bueyes
teniendo la máquina de vapor...?
—Mejores son los bueyes... se puede hablar con ellos,
insultarlos, darles de comer... son como personas más
grandotas, y que además no hablan... La máquina de
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