Page 56 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


               »—Os doy esto, si me dejáis —contesté, dejando el

            gran  frasco  de  Baho‐Tinotol  a  los  pies  del  hombre

            rubio.          Este         no        hizo          caso,         menospreciando


            olímpicamente mi regalo. Pero pude sorprender en sus

            ojos una rápida mirada de avaricia dirigida al frasco. O


            por lo menos, así me pareció...


               »—Yo  acompañarte  —dijo—.  Conmigo  no  pasar

            nada malo... Yo más poderoso que demomos... creo.»


               Sergio  había  detenido  su  lectura  varias  veces  para

            comprobar  el  tiempo.  En  este  instante  hacía


            exactamente  una  hora  desde  que  diera  el  impulso

            inicial a la nave. Tomando como referencia la ancha

            curva de la Tierra, calculó que formaba un ángulo de


            unos  quince  grados  con  la  ciudad,  hizo  un  par  de

            operaciones  en  su  calculadora  electrónica,  dio  un


            nuevo  impulso  durante  dos  segundos,  y  enderezó

            ligeramente  el  rumbo.  Dentro  de  otra  hora  exacta

            sabría si la trayectoria que había proyectado, a pesar


            de las dificultades que suponía el calcular los ángulos

            a ojo, era más o menos precisa. De ser así, tendría casi


            diez horas libres.


               »—Cuidar  de  Sheena  —dijo  el  hombre  rubio,

            entregando  el  extremo  de  la  cadena  al  Jefe—.  Tú,

            venir...


               »Entramos los dos en la caverna, a gatas, y pude ver




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