Page 61 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
blanco que al parecer se introducían por la noche en las
oquedades corporales, narices, boca, orejas, etc.,
aposentándose allí como organismos simbióticos, y
siendo prácticamente imposible extraerlos, por lo
menos con los medios que los salvajes tenían a su
alcance, pues se aferraban, según explicaron, con
cuatro aceradas garras... No molestaban demasiado, y
preferían la repulsiva compañía de esos parásitos al
horrendo dolor de la extracción... Quise reconocer a
uno de ellos, que exhibía un gusanito blanco, del
tamaño de mi meñique, saliendo de la oreja izquierda,
e intentar extraerlo con anestesia y bisturí, pero huyó
lanzando aullidos al darse cuenta de mis intenciones,
desconocedor, ¡claro está!, de que era una leve
operación indolora...
»...en cuanto a las armas que usan, son tan primitivas
como ellos mismos. El jefe, según he repetido, iba
armado con una maza de madera dura, consistente en
un mango terminado en una gruesa bola. Otras armas
que vi fueron hachas realizadas con madera y piedra,
mazas consistentes en un grueso guijarro de río atado
a una horquilla de madera, y algunas jabalinas hechas
con madera terminada en una punta endurecida al
fuego. Por cierto que esto lo sé porque me lo dijeron
ellos, y yo intenté endurecer al fuego una estaca de
roble sin conseguir más que quemarla...
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