Page 53 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            que  sus  compañeros  iniciaron  el  trabajo...  «Venir.

            Cueva demonios.» Me recordaba hasta cierto punto a

            un guía turístico bien pagado, tratando de enseñar la


            rareza del lugar a fin de quedar bien. No hacía más que

            meter y sacar la hoja de su navaja automática, y una


            prueba de la inteligencia que estos seres, en principio,

            poseen,  es  que  aprendió  el  sencillo  mecanismo

            solamente con mostrarle una vez su funcionamiento.


               »Entre los gruesos troncos de los árboles centenarios,


            cuyas  especies  lamenté  desconocer  para  poder

            comunicárselo  a  mis  lectores,  se  alzaban  enormes

            bloques  de  piedra.  Caminamos  durante  unos  veinte


            minutos, yo con la mano apoyada, por si acaso, en la

            culata de mi pistola, y el jefe dando saltos y alaridos, y

            haciendo bailar, poco tranquilizadoramente por cierto,


            la  maza  por  encima  de  su  cabeza.  No  obstante,  sus

            palabras eran benignas: ʺVenir. Enseñarte todo, si tú


            querer...ʺ Llegamos por fin, a un pequeño claro en el

            bosque, cubierto de espesa hierba y de hermosas flores

            escarlatas.  En  el  centro  había  una  gran  roca,  o


            amontonamiento  de  rocas,  de  forma  groseramente

            cónica, y a sus pies, dos figuras humanas. Cuando nos


            aproximamos más pude ver que una de ellas era la de

            un hombre joven, rubio, vestido con pieles, y con un

            collar de pequeños huesos en torno a su cuello. La otra,


            también sentada junto al hombre rubio, era la de una


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