Page 86 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
P. 86
Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
un entrecruzado de dibujos marrones. Portaba en las
manos una maza increíble; de casi dos metros de
longitud, terminaba en una enorme protuberancia
nudosa, cubierta de puntas, y manchada con
sospechosos chafarrinones rojo oscuro... Se cubría con
la parte superior de un cráneo de lobo, atado a la
cabeza con una piel que colgaba sobre su rostro,
ocultando del todo sus rasgos... Dos orificios le
permitían ver. El último era casi un enano; de no más
de un metro cuarenta de estatura, pero dotado de unos
prodigiosos puños peludos, del tamaño de un pequeño
jamón. Una piel negra, colocada a modo de saco, le
cubría hasta las rodillas... Unos rabos de zorra, atados
a la cintura, hacían el oficio de cinturón, y de ellos
pendía un tosco cuchillo de pedernal... No llevaba
nada en la cabeza, y mientras que los rasgos del
primero eran hasta cierto punto nobles y serenos, los
de este parecían los de un trasgo surgido del infierno.
La frente se arrojaba bruscamente sobre una nariz
chata, de anchas ventanas; la boca, medio abierta,
dejaba ver unos dientes amarillentos y desiguales,
montados unos sobre otros, y llenos de sarro; las orejas,
como soplillos, se echaban hacia adelante, y estaban
llenas de muescas y dobleces... Una cerrada barba
negra completaba el conjunto, coronando la nudosa y
potente musculatura del engendro.
86

