Page 231 - Sombras En Fuga - Orson Scott Card
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Sombras en fuga ‐ Orson Scott Card


                 Ender  lo  experimentaba  como  si  él  mismo  se

          alimentara de babosas. Las olía, veía que se meneaban, y


          parecían  deliciosas.  Se  le  hacía  agua  la  boca.  Estaba

          famélico.


                 En  cuanto  algo  empezaba  a  tener  sentido,  sin

          embargo,  la  imagen  cambiaba.  ¿Ellos  sabían  que  había


          entendido y seguían adelante? Si comprendían que él los

          entendía,  ¿por  qué  no  accedían  a  su  pedido  de  ir  más


          despacio?


                 Porque lo estás expresando en palabras, idiota.


                 Ender  trató  de  visualizar  a  alguien  que  se  movía

          despacio, pero las imágenes de ellos predominaban sobre


          las suyas. Luego, desesperado por comunicarse, trató de

          sentirse cansado. Como lerdo, con los párpados pesados.


                 Sintió  la  punzada  de  una  emoción  fuerte  que  lo

          habría  desesperado  si  hubiera  estado  adormilado.  La


          emoción no era furia sino vigilancia. Le enviaban lo que

          querían hacerle sentir.


                 Dominaban inequívocamente ese intercambio.


                 Intentó  otra  cosa.  Tomó  una  imagen  que  ellos  le


          daban (esta vez parecían ser rajos que rebotaban en un

          corredor) y trató de inmovilizarla. Quietos. Esperad.


                 Le  enviaron  la  imagen  de  nuevo,  y  de  nuevo  la


          inmovilizó. La examinó.


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