Page 51 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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               Enrique IV                             donde los libros son gratis

               al rey y revelarle todos nuestros proyectos. Quisiera despedazarme,
               abofetearme yo mismo por haber invitado a tan alta empresa a
               semejante plato de natillas! Racimo de horca! Que vaya a contárselo al
               rey: estamos prontos; esta misma noche parto.
                   (Entra Lady Percy)
               HOTSPUR- Y bien, Kate? Es necesario que os deje dentro de dos
               horas.
               LADY.- Oh! mi buen señor, porqué estáis así tan solo? Y porqué
               ofensa me encuentro desterrada, hace dos semanas, del lecho de mi
               Enrique? Dime, mi dulce dueño, que te quita así el apetito, la alegría y
               el sueño de oro? Porqué miras fijamente al suelo y te estremeces a
               menudo cuando estás sólo? Porqué ha desaparecido de tus mejillas el
               vivo ardor de la sangre? Porque has abandonado mis tesoros y mis
               derechos sobre ti a la meditación sombría y a la melancolía maldita?
               He velado durante tus sueños inquietos y te he oído murmurar
               historias de férreos combates, dar gritos de aliento a tu ardiente corcel,
               “valor al campo!” Has hablado de salidas, de retiradas, de trincheras,
               de carpas, palizadas, fortines, parapetos, de bombas, cañones,
               culebrinas, de prisioneros rescatados, de soldados muertos, de toda la
               brega de un combate implacable. Tu espíritu había guerreado tanto y
               te había agitado de tal manera en tu sueño, que las gotas de sudor
               corrían por tu frente como burbujas sobre un curso de agua recién
               agitado. Y sobre tu cara aparecían extrañas contracciones, semejantes
               a las que vemos cuando se retiene el aliento en un brusco ímpetu. Qué
               presagios son estos? Algún grave designio tiene mi señor; debo
               conocerlo, o él no me ama.
               HOTSPUR.- Hola! (Entra un criado) Partió Williams con el paquete?
               CRIADO.- Sí, milord, hace una hora.
               HOTSPUR.- Ha traído Butler los caballos de casa del sheriff?
               CRIADO- Acaba de llegar con uno de los caballos.
               HOTSPUR.- Qué caballo? No es un ruano, desorejado?
               CRIADO.- Ese es, milord.

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