Page 74 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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vuestras damas la partida. Temo que mi hija se vuelva loca, de tal
modo está chocha con su Mortimer. (Sale)
MORTIMER.- Por Dios, primo Percy! Cómo contradecís a mi padre!
HOTSPUR.- No puedo impedírmelo; a veces me exaspera hablándome
del topo y de la hormiga, del encantador Merlín y de sus profecías y
de un dragón y de un pescado sin aletas, de un grifo con alas
recortadas, de un cuervo que muda, de un león acostado y de un gato
rampante y de otras tantas bellaquerías que me ponen fuera de mí. Os
diré más; la última noche me ha tenido no menos de nueve horas,
enumerándome los nombres de los diversos diablos que eran sus
lacayos. Yo le contestaba hum! está bien! continuad! pero sin prestar
atención a una palabra. Oh! Es tan fastidioso como un caballo
cansado, una mujer maldiciente, peor que una casa ahumada. Me
gustaría más vivir de queso y ajo, en un molino de viento, bien lejos,
que de manjares suculentos, en la más espléndida casa de la
cristiandad, si tuviera que aguantar su charla.
MORTIMER.- Por mi fe, es un dignísimo gentil hombre,
perfectamente instruido o iniciado en extraños misterios; valiente
como un león y maravillosamente afable; generoso como las minas de
la India. Debo decíroslo, primo? Tiene vuestro carácter en una alta
estimación y domina su propia naturaleza cuando le contrariáis; a la
verdad se domina. Os garantizo que no hay un hombre vivo que
hubiera podido provocarle como lo habéis hecho, sin correr el peligro
de una respuesta violenta. No lo hagáis tan a menudo, os lo ruego.
WORCESTER.- En verdad, milord, os obstináis demasiado en vuestra
censura; desde que habéis llegado aquí, harto habéis hecho para
hacerle perder la paciencia. Es necesario que aprendáis, milord, a
corregiros de ese defecto. Aunque a veces atestigüe grandeza, valor,
nobleza (y esa es la gracia más preciosa que os acuerda), a menudo
también revela ímpetus coléricos, ausencia de buenas maneras, falta
de dominio, orgullo, altivez, presunción y desdén; el menor de esos
defectos, cuando acompaña a un gentil hombre, le enajena los
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