Page 92 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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               William Shakespeare                    donde los libros son gratis

               HOTSPUR.- También será él bienvenido. Dónde está su hijo, ese
               príncipe de Gales de pies ligeros y cabeza loca, y sus camaradas, que
               se burlan del mundo entero y le ordenan girar a su alrededor?
               VERNON.- Todos equipados, todos en armas, todos emplumados
               como avestruces, a los que el viento da alas, agitándose como las
               águilas que acaban de bañarse, relampagueando como imágenes, en
               sus doradas cotas de malla, llenos de vigor como el mes de Mayo,
               esplendorosos como el sol en pleno verano, retozones como cabrillas,
               salvajes como toros. He visto al joven Harry, calada la visera, armado
               de todas armas, alzarse del suelo como un Mercurio alado y saltar a
               caballo con tal soltura, que parecía un ángel bajado de las nubes, para
               dominar y guiar un fiero Pegaso y maravillar al mundo con su noble
               destreza.
               HOTSPUR.- Basta, basta! Peor que el sol de Marzo, ese elogio
               engendra la fiebre. Dejarles venir! Llegarán ataviados como víctimas
               que ofreceremos sangrientas y calientes, a la ardorosa virgen de la
               guerra humeante. Marte, cubierto de hierro, sentado sobre su trono,
               nadará en sangre hasta las orejas! Estoy en ascuas, cuando oigo hablar
               de esa presa tan próxima y que, aun no nos pertenece. Vamos,
               dejadme tomar mi caballo, que me lanzará, como el rayo, contra el
               pecho del príncipe de Gales. Harry contra Harry, corcel contra corcel,
               vamos a encontrarnos y no nos separemos hasta que uno de ellos deje
               caer un cadáver. Oh! que Glendower no haya llegado aún!
               VERNON.- Hay más noticias; he sabido en Worcester al pasar a
               caballo, que no podrá reunir sus fuerzas antes de dos semanas.
               DOUGLAS.- Es esa la peor de las noticias que he oído.
               WORCESTER.- A fe mía, tiene un sonido glacial.
               HOTSPUR.- A cuánto asciende el total de las fuerzas del rey?
               VERNON.- A treinta mil hombres.
               HOTSPUR.- Pongamos cuarenta mil; estando ausentes mi padre y
               Glendower, nuestras fuerzas propias pueden bastar para la gran



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