Page 50 - 13 EL MERCADER DE VENECIA--WILLIAM SHAKESPEARE
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ruina irremediable. Aguardo aquí la ejecución de la ley.
DUX.- Esta carta de Belario recomienda a nuestro tribunal a un
joven y sabio doctor. ¿Dónde está?
NERISSA.- Aguarda cerca de aquí, esperando la respuesta que debe
dársele, si le admitís.
DUX.- Con todo mi corazón. Que tres o cuatro de vosotros vayan a
buscarle para conducirle aquí con escolta cortés. Mientras tanto, el
tribunal va a enterarse de la carta de Belario.
UN SECRETARIO.- (Leyendo.) «Vuestra gracia habrá de saber que en
el momento que recibo vuestra carta estoy muy enfermo; pero vuestro
mensajero se ha encontrado en mi casa con un joven doctor de Roma,
cuyo nombre es Baltasar, que había venido a hacerme una visita
amistosa. Le he expuesto el objeto del proceso entre Antonio, el
mercader y el judío. Hemos consultado juntos numerosos autores;
posee mi opinión sobre este asunto, mejorada por la propia ciencia
(cuya extensión no sabré alabar bastante), y os la presenta a
instancias mías para responder en mi nombre al requerimiento de
vuestra gracia. Os suplico que no consideréis su extrema juventud
como una razón para rehusarle una apreciación respetuosa, pues no he
visto jamás una cabeza más vieja sobre un cuerpo tan joven. Lo
encomiendo a vuestra benévola acogida; la prueba que hagáis con él
dirá más altamente de su mérito que sus palabras.»
DUX.- Conocéis lo que me ha escrito el doctor Belario. Y he aquí,
me parece, que llega el doctor.
(Entra PORCIA, en traje de doctor en leyes.)
Dadme la mano. ¿Venís de parte del viejo Belario?
PORCIA.- Sí, señor.
DUX.- Sed bien venido. Ocupad vuestro sitio. ¿Estáis enterado del
proceso que está actualmente pendiente ante el tribunal?
PORCIA.- Estoy por completo al corriente de la causa. ¿Cuál es aquí
el mercader y cuál el judío?
DUX.- Antonio, y tú, viejo Shylock, avanzad los dos.
PORCIA.- ¿Vuestro nombre es Shylock?
SHYLOCK.- Shylock es mi nombre.
PORCIA.- La demanda que hacéis es de naturaleza extraña, y, sin
embargo, de tal manera legal, que la ley veneciana no puede
impediros proseguirla. (A ANTONIO.) Caéis bajo su acción, ¿no es
verdad?
ANTONIO.- Sí, es lo que dice.
PORCIA.- ¿Reconocéis este pagaré?
ANTONIO.- Sí.
PORCIA.- Entonces el judío debe mostrarse misericordioso.
SHYLOCK.- ¿Por efecto de qué obligación, queréis decirme?
PORCIA.- La propiedad de la clemencia es que no sea forzada; cae
como la dulce lluvia del cielo sobre el llano que está por debajo de
ella; es dos veces bendita: bendice al que la concede y al que la
recibe. Es lo que hay de más poderoso en lo que es todopoderoso;
sienta mejor que la corona al monarca sobre su trono. El cetro puede

