Page 81 - Los Humanoides - Jack Willianson
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—De nada en particular... le mostré las máquinas


            de calcular.


                    —¡Pero  estuvo  horas  con  usted!  —exclamó

            Claypool—. ¿Qué le preguntó?


                    —¡Yo  le  pregunté  a  él!  —Ironsmith  sonrió  con

            placer           infantil           ante          aquello—.               El        cerebro


            rodomagnético que está en ʺAla 4ªʺ conoce todas las

            matemáticas que los hombres han aprendido a través


            de los siglos, y es un verdadero calculador mecánico...

            Yo le mencioné cierto problema que no podía resolver

            y lo discutimos.



                    —¿Y eso, es todo?


                    —Eso es todo —los ojos de Ironsmith eran claros y

            estaban cargados de honestidad—. Además no veo qué

            motivos puede tener su alarma o el odio de White, el


            propósito declarado de estas máquinas es el bienestar

            de  la  humanidad.  Y  me  permito  recordarle  que  las

            máquinas no mienten.



                    Claypool no estaba muy seguro de esto; al mismo

            tiempo  su  desconfianza  hacia  Ironsmith  aumentó

            considerablemente. Sin embargo la expresión amistosa


            y  benévola  del  joven  constituía  una  armadura

            impenetrable. El astrónomo se tambaleaba por la fatiga

            y resolvió abandonar su interrogatorio.



                    Mientras  caminaba  hacia  su  casa,  donde  lo

            aguardaba Ruth, Claypool sintió una repentina envidia


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