Page 164 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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y sus propósitos contra nosotros. La idea de que debe exis‐


          tir una gran mentira parecerá más natural a nuestros ami‐


          gos los rusos que al resto de nuestros asociados, ya que du‐


          rante tanto tiempo han vivido con su propia gran mentira...



            El doctor Snyder dejó de escribir, volvió a leer la última


          frase y luego la tachó. Esperaba que su informe alcanzase


          una  difusión  internacional,  y  por  tanto  no  era  prudente


          despertar por adelantado los prejuicios de algunos de sus


          lectores contra lo que iba a exponer.


            Creo, sin embargo, que puede llegar a demostrarse clara‐


          mente, por medio de un argumento lógico, que los marcia‐


          nos no sólo no mienten nunca, sino que les es imposible


          hacerlo.



            También resulta obvio que su propósito consiste en mor‐


          tificarnos todo lo posible.


            Sin embargo nunca han pronunciado la única afirmación


          que  aumentaría  nuestra  miseria  más  allá  de  lo  humana‐


          mente soportable; nunca nos han dicho que piensan que‐


          darse de modo permanente entre nosotros. Desde la Noche


          de la Llegada, su única respuesta, cuando se dignan con‐



          testar a la pregunta de cuándo piensan volver a su casa o


          por cuánto tiempo piensan quedarse, es la de que eso no


          nos importa, u otras palabras en ese sentido.


            Para la mayoría de nosotros, lo único que hace deseable


          la supervivencia es la esperanza, la esperanza de que algún


          día, ya sea mañana o dentro de diez años, los marcianos se


          irán y nunca más volveremos a verlos. El que su llegada








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