Page 87 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
P. 87
–No, dispongo de una pequeña oficina para este propó‐
sito. Despacho seis catorce en el Edificio Draeger de la ave‐
nida Pine, al norte del Ocean Boulevard. Pero espere un
momento; antes de que cuelgue, ¿puedo explicarle algo y
hacerle unas cuantas preguntas?
–Adelante, doctor.
–Gracias. Antes de aceptar su inscripción, espero que me
perdonará si le hago unas cuantas preguntas respecto a su
experiencia. Ya comprenderá, señor Deveraux, que esto no
es un timo. Aunque espero ganar dinero con ello, natural‐
mente, también estoy interesado en ayudar a la gente, y
hay un gran número de personas que van a necesitar mu‐
cha ayuda. Por esa razón he escogido este método, traba‐
jando por medio de otros.
–Comprendo. Usted busca discípulos para convertirlos
en apóstoles.
El psicólogo se echo a reír.
–Una forma inteligente de expresarlo. Pero no quisiera
llevar más lejos la analogía; puedo asegurarle que no me
considero un mesías. Pero tengo la suficiente fe en mi ca‐
pacidad para ayudar a los demás como para querer escoger
a mis alumnos con cuidado. Ya que doy mis clases a un
número tan reducido, quiero estar seguro de dedicar mis
esfuerzos a personas que...
–Le comprendo perfectamente –interrumpió Luke–.
Puede empezar a preguntar.
–¿Tiene usted estudios universitarios, o algo equivalente?
87

