Page 91 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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vaciló un instante entre su corbata a cuadros y una más se‐
ria de color azul, y escogió la azul.
Salió a la calle, silbando alegremente. Caminaba con paso
rápido, sintiendo que aquel instante era un momento cru‐
cial en su existencia, el principio de una nueva y mejor
época.
Los ascensores del Edificio Draeger no funcionaban, pero
no le desanimó tener que subir por las escaleras hasta el
sexto piso; por el contrario, le hizo sentirse más lleno de
vigor.
Cuando abrió la puerta del seis catorce, un hombre alto y
delgado, vestido con un traje gris oscuro y unas gruesas
gafas de concha, se levantó de detrás de un escritorio para
acercarse a él con la mano extendida.
–¿Luke Deveraux? –preguntó.
–En efecto, doctor Forbes. ¿Cómo me ha reconocido?
Forbes sonrió.
–En parte por eliminación; todos los que se han inscrito
ya están aquí, excepto usted y otra persona. Y en parte por‐
que he visto su foto en la contraportada de un libro.
Luke se volvió y vio que ya había otras cuatro personas
en el despacho, sentadas en cómodas sillas. Dos hombres y
dos mujeres. Todos iban bien vestidos y parecían inteligen‐
tes y educados. También había un marciano, sentado con
las piernas cruzadas en una esquina del escritorio de For‐
bes, sin hacer otra cosa por el momento que parecer abu‐
rrido. Forbes presentó a Luke a los presentes..., excepto al
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