Page 267 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Mil  siluetas  se  derramaban  por  el  aire  desde  su

            almacén.  Volaron  juntas,  sin  rumbo  durante  unos

            instantes,  antes  de  sentir  las  corrientes  de  aire  y


            alejarse. Algunas partieron con el viento. Otras viraron

            y  combatieron  las  ráfagas  trazando  círculos  hacia  la

            ciudad.  La  paz  de  aquellos  primeros  instantes  de


            confusión  desapareció.  Las  aspis  volaban  entre  los

            bancos  de  insectos  desorientados  cerrando  sus


            diminutas  mandíbulas  leoninas  sobre  los  pequeños,

            gruesos            y       crujientes            cuerpos.             Los        halcones

            despedazaban  palomas,  chovas  y  canarios.  Las


            serpientes libélula ascendían en las espirales térmicas

            tratando de capturar alguna presa.


                Los estilos de vuelo de los animales liberados eran

            tan distintos como sus formas silueteadas. Una figura

            oscura  aleteaba  de  forma  caótica  por  el  cielo,


            hundiéndose hacia una farola, incapaz de resistir la luz:

            una polilla. Otra se alzaba con majestuosa simplicidad

            y  se  perdía  en  la  noche:  algún  pájaro  de  presa.  Una


            abrió  un  instante  las  alas  como  una  flor,  antes  de

            pegarlas  a  su  cuerpo  y  perderse  disparada  en  un

            borrón  de  aire  descolorido:  uno  de  los  pequeños


            pólipos de viento.

                Los cuerpos de los exhaustos y los moribundos se


            precipitaban desde el aire en un amasijo de carne. Isaac

            pensó  en  que  el  suelo  terminaría  encenagado  con  la




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