Page 397 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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se alargaban.
El capullo suspendido llevaba más de media hora
quieto cuando la puerta se abrió, haciendo que Isaac se
pusiera en pie por la sorpresa.
— ¿Hay alguien? —gritó David.
Isaac se inclinó sobre la barandilla para saludarlo.
—Ha venido un tipo a arreglar el constructo. Dijo
que solo había que darle de comer un poco y
encenderlo, y que así funcionará.
—Genial, estoy harto de la basura. Además, tenemos
que aguantar la tuya. ¿Será deliberado? —dijo
sonriendo.
—Ey, claro que no —replicó Isaac, empujando con el
pie, de forma ostentosa, el polvo y las migas a través de
los espacios bajo la barandilla. David rió y desapareció
de la vista. Isaac oyó un golpe metálico cuando David
le dio al constructo un afectuoso tortazo—. También
tengo que deciros que vuestra limpiadora es un
«encantador modelo viejo» —añadió formal. Los dos
rieron. Isaac se acercó y se sentó en los peldaños. Vio a
David metiendo algunas bolas de coque concentrado
en la pequeña caldera del constructo, un eficaz modelo
de triple intercambio. Después cerró la tapa y pasó el
pestillo, buscó en la parte superior de la cabeza del
constructo y llevó la palanca a la posición de
encendido.
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