Page 408 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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de otros ni le estaba agradecido a nadie.

                Isaac se lo imaginó moviéndose de un lugar a otro,

            durmiendo  sobre  el  suelo  desnudo  de  edificios


            desiertos,  o  enroscado  en  un  tejado,  acunado  por  el

            calor de las chimeneas de ventilación.

                Podían  faltar  horas  hasta  su  próxima  visita,  o


            semanas.  Solo  pasó  medio  día  antes  de  que  Isaac

            decidiera probar la creación en su ausencia.




                En la campana en la que convergían los alambres,

            tuberías  y  cables,  Isaac  había  situado  un  trozo  de


            queso.  La  comida  estaba  allí,  secándose  lentamente,

            mientras él pulsaba las teclas de su calculador. Estaba


            intentando  modelar  matemáticamente  las  fuerzas  y

            vectores involucrados. Se detenía con frecuencia para

            tomar notas.


                Bajo él oyó el hocicar de la tejona, Sinceridad, y la risa

            de respuesta de Lublamai, el zumbido del deambular

            del  constructo  de  limpieza.  Era  capaz  de  ignorarlos


            todos, aislarlos, concentrarse en los números.

                Se sentía algo incómodo, pues no deseaba seguir con

            su trabajo con Lublamai en el almacén. Aún funcionaba


            su inusual política de silencio. Quizá solo sea que estoy

            desarrollando  un  gusto  por  lo  teatral  pensó  con  una


            sonrisa. Cuando hubo resuelto las ecuaciones del mejor

            modo  que  era  capaz,  hizo  un  poco  de  tiempo,




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