Page 426 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 426
Atrapado por la corriente, por la marea de
sensaciones procedente de la estación de Perdido, el ser
volador se dejó atrapar y se alzó hasta encontrarse
muy, muy por encima de la ciudad. Viró lentamente
con un movimiento de las alas y se encaró con su nuevo
destino.
Reparó en las sendas del río. Sentía la fuga de
distintas energías desde las diversas zonas urbanas.
Percibía la ciudad en un parpadeo de modos
diferentes. Concentraciones de comida. Refugio.
La criatura buscaba otra cosa. A otros de su especie.
Era social. Tras nacer por segunda vez lo hizo con el
ansia de la compañía. Desenrolló la lengua y saboreó el
aire grasiento en busca de algo como él.
Tembló.
Leve, muy levemente, pudo sentir algo en el este.
Podía saborear la frustración. Sus alas vibraron
comprensivas.
Giró de nuevo y deshizo el camino por donde había
venido. Esta vez se desplazaba un poco hacia el norte,
pasando sobre los parques y los elegantes edificios de
Gidd y Prado del Señor. Las enormidades
fragmentadas de las Costillas se alzaban
extraordinarias al sur, y el ser volador tuvo una
sensación de malestar, una ansiedad al reparar en
aquellos huesos amenazadores. El poder que
426

