Page 487 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
P. 487

M.



                Se metió la escueta nota en el bolsillo y se marchó a


            Kinken,  donde  prosiguió  con  sus  melancólicas

            contemplaciones.  Y  entonces,  con  una  curiosa

            sensación de asombro, como si estuviera observando el


            desarrollo de su propia vida y se sorprendiera ante el

            giro de los acontecimientos, había marchado hacia el


            noroeste,  abandonando  Kinken  hacia  Vadoculto,

            donde tomó el tren. Había dejado atrás las dos paradas

            al norte de la línea Hundida, para ser engullida por las


            vastas fauces embreadas de la estación de Perdido. Allí,

            en  la  confusión  y  el  vapor  siseante  del  enorme


            vestíbulo  de  la  central,  donde  las  cinco  líneas  se

            encontraban  como  una  enorme  estrella  de  hierro  y

            madera, cambió de tren para tomar la línea Verso.


                Se produjo una espera de cinco minutos hasta que se

            llenó  la  caldera  en  la  caverna  central  de  la  estación.

            Tiempo  suficiente  para  que  Lin  se  mirara  incrédula,


            preguntándose, en nombre de la Asombrosa Madre del

            Nido, qué estaba haciendo. Y quizá en nombre de otros

            dioses.


                Pero no se respondió, sino que se sentó mientras el

            tren  aguardaba,  antes  de  emprender  lentamente  su


            camino y tomar velocidad, hasta que el traqueteo cobró

            un ritmo regular, siendo escupido por uno de los poros




                                                           487
   482   483   484   485   486   487   488   489   490   491   492