Page 520 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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corregir su rumbo y dirigirse hacia el este y el sur, para
encontrarse con el Cancro.
La Aduja se confundía con Brock. Las casas eran más
pequeñas, las calles más angostas e intrincadas.
Edificios enmohecidos y avejentados se tambaleaban
precarios, con sus empinados tejados de pizarra como
capas arrojadas sobre unos hombros enjutos, lo que les
daba un aire furtivo. En sus cavernosos vestíbulos y sus
patios de luces, donde los árboles y arbustos morían
derrotados por la mugre, se veían toscos carteles
pegados que anunciaban la escarabomancia, la lectura
automática y la terapia de encantamientos. Allí, los
más pobres e irredentos químicos proscritos y
taumaturgos de la Ciénaga Brock luchaban por el
espacio con charlatanes y mentirosos.
Derkhan comprobó las direcciones que le habían
proporcionado y logró dar con el Maullido de San
Sorrel. Se trataba de un estrecho y corto pasadizo que
terminaba en un muro derruido. A su derecha,
Derkhan veía el alto edificio de color óxido descrito en
la nota. Entró a través del umbral desnudo y se abrió
paso por los escombros, hasta atravesar un corto
pasillo sin luz anegado por la humedad. Al final del
pasillo vio la cortina de cuentas que le habían dicho que
buscara, con los fragmentos de vidrio y alambre
meciéndose suavemente.
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