Page 735 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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basura, metal, escombro y ropa raída, fragmentos de
espejo y porcelana, arcos de ruedas partidas, la energía
residual de motores y máquinas medio rotas.
Los cuatro renegados atravesaron la valla con
facilidad. Precavidos, recorrieron las sendas talladas
por los basureros. Los carros habían horadado caminos
en la delgada capa que formaba el firme del vertedero.
Las raíces proporcionaban su tenacidad,
extendiéndose en busca de cualquier nutriente, por vil
que fuera.
Como exploradores en tierras antiguas, se abrían
paso empequeñecidos por las enormes esculturas de
hez y entropía que los rodeaban como las paredes de
un cañón.
Las ratas y otras sabandijas emitían pequeños
sonidos.
Isaac y los demás avanzaban lentamente en la noche
tórrida, en el aire hediondo de despojos industriales.
— ¿Qué estamos buscando? —preguntó Derkhan.
—No lo sé —respondió Isaac—. Ese condenado
constructo dijo que encontraríamos el camino. Enigmas
de mierda.
Alguna gaviota perezosa agitó el aire sobre ellos.
Todos se sobresaltaron con el sonido. El cielo no era un
lugar seguro, después de todo.
Se vieron arrastrados por sus pies, por una marea, un
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