Page 769 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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sentirlas. Su formación apretada se rompió en una
momentánea confusión. La menor de las polillas, de
cuerpo retorcido y alas malformadas, se apartó de la
masa y desenrolló su lengua monstruosa.
El enorme apéndice palpitó antes de volver a las
fauces goteantes.
Con un vuelo errático la criatura giró en el aire y
trazó un círculo alrededor de la Tejedora y de su presa;
titubeó en el aire y comenzó a descender hacia el este,
hacia el Meandro Griss.
La deserción del redrojo confundió a las polillas, que
se separaron en el cielo, girando las cabezas y agitando
las antenas al azar.
Los hechizados izquierdos se retiraron alarmados.
¡ahora!, decía uno, confusas y ocupadas, ¡atacamos con
la Tejedora!
Vacilaban sin remedio.
preparado para esputo, dijo el perro manecro a Rescue.
Mientras las polillas se alejaban las unas de las otras,
apartándose cada vez más de la lucha en el centro,
viraron en el aire. Los izquierdos gritaron.
¡ahora!, ordenó uno, el parásito del enjuto burócrata,
con un frenesí indeleble en su voz. ¡ataque!
La anciana humana avanzó de repente, como si el
temeroso izquierdo ordenara a su derecho una
repentina descarga de velocidad. Justo en ese
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