Page 770 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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momento, una de las polillas se giró y se quedó
congelada, encarada con la pareja de manecros y sus
anfitriones.
En ese momento, las otras dos polillas se
coordinaron y una de ellas arrojó una enorme lanza de
hueso hacia el abdomen distendido de la Tejedora.
Mientras la enorme araña se retiraba, la otra le
apresaba el cuello con un tentáculo segmentado. La
araña desapareció de la noche hacia otro plano, pero el
tentáculo la tenía presa y la arrastró a medias fuera del
pliegue espacial, que se tensó alrededor de su cuello.
La Tejedora bregó y pugnó por liberarse, pero los
izquierdos apenas la veían. La tercera polilla empezaba
a volar hacia ellos.
Los derechos estaban ciegos, pero sentían el aterrado
alarido psíquico de los nobles, que se bamboleaban
para intentar mantener a la polilla visible en sus
espejos.
¡esputo abrasador!, ordenó el manecro burócrata a su
derecho, ¡ahora!
El cuerpo anfitrión, la anciana, abrió la boca y asomó
una lengua enrollada. Inhaló con fuerza y escupió lo
más lejos que pudo. Una gran descarga de gas pirótico
salió disparada de su lengua y se incendió espectacular
en el aire nocturno. Una enorme nube de llamas se fue
desplegando mientras se dirigía hacia la polilla.
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