Page 235 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  No  podía  detener  un  coche‐burbuja.  Eso  sí.


               Las convulsiones fueron cediendo. Al fin pudo



               girar la cabeza. Mirelly‐Lyra estaba muy atrás,


               asomada  fuera  del  coche,  y  disparaba  aún.  El


               movimiento de Corbell hizo que ella tomara la


               curva de la ruta.


                  El  trató  de  relajarse.  Los  músculos  de  sus


               piernas, de sus párpados, del cuello y la espalda


               se  anudaban  y  soltaban  al  azar.  No  era  sólo



               consecuencia del bastón de plata: había estado


               viviendo demasiadas pesadillas. Era demasiado


               viejo para esa clase de cosas. Siempre había sido


               demasiado viejo para jugar a policías y ladrones


               en una ciudad laberíntica con una loca armada


               pegada a sus talones.


                  —Vamos,  cálmate  —susurró—.  Ya  pasó.  A


               menos que…


                  A  menos  que  Mirelly‐Lyra  tuviese  algún



               aparato de rastreo en su tablero. O en su bastón.


               De cualquier modo, le llevaba ventaja. Bastaría


               con  que  se  adelantara  un  solo  minuto,  lo


               suficiente  para  hallar  un  revólver  en  la


               comisaría. Después cortaría por lo sano: saldría


               a través de las cabinas, giraría el disco al azar y


               continuaría huyendo.










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