Page 237 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  —¡De  acuerdo,  Corbell!  Tú  ganas.  Si  tus


               medicinas  fueran  mejores  no  estarías  tratando



               de robar las mías. ¡Ahora, hablemos!


                  Triste búsqueda. Había tenido la esperanza de


               que  Mirelly‐Lyra  tuviera  algo  de  comer


               guardado  en  el  coche,  pero  había  abierto  la


               guantera,  había  mirado  bajo  los  asientos  y…


               ¿Qué más podía hacer? ¿Desgarrar el tapizado?


                  Tenía hambre.



                  —La  llave  para  hablar  está  en  el  extremo


               derecho  del  panel.  Empújala  hacia  arriba.


               Corbell…


                  Claro. Entonces podrás rastrearme y…


                  Pero  la  tentación  era  grande.  Podría


               preguntarle si había comida. Podría preguntarle


               cómo apagar el receptor.


                  El coche cruzaba las olas en dirección hacia la


               meta que su cerebro idiota había interpretado a



               partir  de  las  violentas  órdenes  de  Corbell.  Por


               debajo  de  un  espeso  banco  de  nubes  grises,


               oscuras,  el  Sol  y  Júpiter  creciente  se  habían


               apartado  a  lo  largo  del  horizonte.  El  Sol  ya


               mostraba el borde inferior aplanado.


                  Algo bloqueó el resplandor rojizo. Parecía una


               marsopa,  pero  pronto  se  dio  cuenta  de  su



               tamaño. ¡Estaba entre Corbell y el horizonte, a


               mitad de camino, y se elevaba como un globo!

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