Page 435 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
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Larry Niven Un mundo fuera del tiempo
Cuando le vio tender la mano hacia la
cimitarra, le aplicó un suave toque de lo que
había matado a Krayhayft. Corbell, gimiendo,
salió por la puerta. Mirelly‐Lyra pronunció un
galimatías que la voz del anciano tradujo como:
—La hallaste. ¿Dónde está?
—Dame la vara y te lo diré.
Su respuesta consistió en una oleada de culpa
y de tormento mental. Corbell lo soportó,
estirando las manos hacia la garganta de la
mujer. Ella retrocedió. El hombre, gruñendo,
prosiguió su avance. De pronto Mirelly‐Lyra
hizo girar algo en la empuñadura del bastón.
Un sueño irresistible atrajo a Corbell hacia la
alfombra. El sueño y la cólera lucharon en su
interior. Al fin, de rodillas, avanzó hacia ella,
dos pasos, tres…
Olor a moho. Algo suave le presionaba la
mejilla.
Mirelly‐Lyra permanecía en uno de aquellos
informes divanes. Corbell se levantó sobre los
brazos y logró despegarse de aquella alfombra‐
nube para avanzar hacia ella. La mujer trató de
encogerse, pero no pudo. Parecía aterrorizada.
—La cogí por la espalda —dijo Gording.
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