Page 606 - Kraken - China Mieville
P. 606
llegara la grande. Cuando se precipitara esa ola
definitiva, y esa sublime corriente de reflujo
surgiera rugiendo de las profundidades, entonces,
en ese momento, ellos meterían palos en las
ruedas. Y después de que el agua cercara las calles
como una trampilla de Hokusai, la Hermandad del
Sagrado Diluvio viviría por fin en el Londres
sumergido con el que soñaban.
Y ahora su mensaje. Era el fin del mundo, todo
el mundo lo sabía… tal vez, pensaron ellos, fuera
el suyo.
—Podéis consideraros afortunados de que
nadie haya venido a meterse con vosotros hasta
ahora —dijo Marge. Se zafó de él—. Yo ni siquiera
había oído hablar de vosotros hasta hace unos
días. Alguien dijo que habláis en nombre del mar.
Y a lo mejor habéis sido vosotros los que os habéis
llevado el calamar. Ya sabéis de qué estoy
hablando. Necesito saber… El alguien que hizo
algo con esa maldita cosa le hizo algo a mi chico.
—Tienes descaro —dijo él—. No digo que eso
te exima de nada, pero tienes algo.
—Te lo dije, tío —intervino otro—. Está todo
hecho una mierda.
605

