Page 624 - Kraken - China Mieville
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Pero a Dane no lo estaba protegiendo, un hecho
que lo había llevado a estar sumido, en ese mismo
instante, en una aturdida duermevela, sujeto con
correas en una postura que le causaba terribles
calambres y que le había costado mucho tiempo
identificar como una encorvada cruciforme.
Estaba adherido como una ofrenda a una tosca
esvástica del tamaño de un hombre. No abría los
ojos.
Oía ecos. Pasos. Provenientes de alguna parte,
deliberadas risas histéricas, estruendosas, que lo
aterrorizaban igualmente, a pesar de su
ostentación. El gruñido y los ladridos de un perro
enorme. Uno a uno, fue tensando los músculos de
sus brazos y piernas, para comprobar que seguía
entero.
Kraken, dame fuerza, rezaba. Dame fuerza desde tu
profunda oscuridad. Sabía, si abría los ojos, qué
figuras vería. Sabía que su desdén, por intenso y
real que fuera, no sería menor que su terror, y que
tendría que sobreponerse a él, y en ese preciso
momento no tenía la claridad de ideas ni las
agallas para hacerlo. De modo que mantuvo los
ojos cerrados.
La mayoría de los brujos del caos te matarían
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