Page 653 - Kraken - China Mieville
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Billy se inclinó.
—No soy un profeta del kraken, soy el mesías
de la botella. —Volvió a reírse—. Pero es que no lo
soy. No lo soy.
El ángel botella iba disminuyendo,
disminuyendo y menguando día a día, por efecto
de su deambular más allá de sus tierras solariegas,
por efecto de su fracaso, sus esfuerzos, el
resquebrajamiento de esta iteración de cristal,
conservante y hueso. Volvería a buscarlo, pero
construyéndose un nuevo yo a partir de los
fragmentos y añicos de su palacio, rastreando esa
porción de su propio ser que había depositado en
el interior de Billy. Eso lo dotaba de sus poderes
inmerecidos. Hasta desaparecer, se esforzaría por
encontrar de nuevo a Billy y, a través de él, al
Architeuthis que había perdido.
—Ojalá volviera —dijo Billy.
Volverá.
—Sí, pero ahora. Mi compañero ha
desaparecido. Necesito toda la ayuda de la que
pueda disponer.
Tú eres el Cristo de la memoria.
—Sí, solo que no lo soy. —Despacio, alzó la
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