Page 67 - Kraken - China Mieville
P. 67
Al final durmió un poco, muy poco. Por la
mañana descubrió que no era tan difícil volver a
acceder al Centro Darwin como él se había
imaginado. Los dos policías de la entrada no
parecían muy interesados en él, y examinaron su
acreditación por puro trámite. Interrumpieron su
relato, cuidadosamente ideado, sobre por qué
tenía que volver a entrar para ordenar unas cosas
en su mesa que no podían esperar, pero que lo
haría con cuidado y rápidamente y blablablá. Se
limitaron a indicarle que podía entrar.
—No se puede entrar en la sala del tanque —le
dijo uno de ellos. Pues vale, pensó Billy. Lo que tú
digas.
Estaba buscando algo, pero no tenía ni idea de
qué. No se decidía entre las retortas y los
fregaderos, los contenedores de plástico y los
peces diafanizados, con su carne invisibilizada por
efecto de las enzimas y las espinas de color azul.
Había una sala común repleta de pilas de carteles
para el Proyecto Beagle, una recreación de
aquellos primeros días cruciales de los viajes de
Darwin, una reconstrucción hortera en un
laboratorio flotante, supuestamente hecho a
imagen y semejanza del Beagle.
66

