Page 71 - Kraken - China Mieville
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cuales el Architeuthis era un predador perezoso y
accidental que dejaba colgar sus tentáculos
aletargados en las aguas profundas para que la
presa se topara casualmente con ellos; no tanto un
cazador como una estúpida medusa cualquiera.
Aquella era la imagen que habían abrazado los
partidarios del Mesonychoteuthis, el «calamar
colosal», el enorme rival achaparrado del
Architeuthis. Y sí, el Mesonychoteuthis también
había hecho sus apariciones ante las cámaras y el
video, suscitando en tiempos recientes un gran e
histórico entusiasmo muy poco habitual. Y, desde
luego, era una animal de lo más terrorífico. Cierto,
poseía una masa inmensa; su manto era más
alargado; sin duda, sus tentáculos no estaban
provistos de ventosas, sino de crueles garras
curvas, como las felinas. Pero, tuviera la forma que
tuviera, obviando las estadísticas y las
comparaciones con el Architeuthis, nunca sería el
calamar gigante. Era un monstruo advenedizo. De
ahí las memeces que soltaban los que lo
estudiaban, ansiosos por degradar al kraken de
toda la vida frente a su nuevo ojito derecho:
«inconmensurable», «más grande todavía», «un
grado más de malignidad».
Pero mira las imágenes de Kubodera/Mori. No
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