Page 64 - Kraken - China Mieville
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fuera de su vista.
Una ráfaga de palomas creó una sombra sobre
el autobús. Deberían estar durmiendo. Salieron
volando cuando el autobús se movió, y se pararon
cuando el autobús se paró. Deseó tener a mano un
espejo para poder mirar sin volver la cabeza, ver el
evasivo rostro del hombre que tenía a su espalda.
Estaban en la planta de arriba, por encima del
neón más escandaloso del centro de Londres, al
nivel de las copas de los árboles bajos y las
ventanas de los apartamentos de las plantas
primeras, los paneles de las señales de tráfico. Las
zonas iluminadas estaban invertidas respecto a su
orden oceánico, alzándose, y no cayendo, hacia la
oscuridad. La calle, donde las farolas estaban
encendidas y la fluorescencia de los escaparates la
deslumbraba, era el lugar más bajo e iluminado; el
cielo era el abismo, punteado de estrellas a modo
de bioluminiscencia. En la planta de arriba del
autobús se hallaban al borde de las profundidades,
en los límites de la zona disfótica, donde las
oficinas vacías se adentraban en las tinieblas y se
perdían de vista. Billy alzó la vista como bajándola
hacia una zanja de las profundidades marinas. El
hombre que tenía detrás también miró hacia
arriba.
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