Page 16 - El Ladrón Cuántico- Hannu Rajaniemi
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El dolor de cabeza producido por la bala se recrudece.


           Hay pautas en la galaxia de cristal que nos rodea, casi


           como un rostro conocido…



           Sonrío. Por supuesto. Es un sueño de moribundo. Algún


           tipo de defecto del sistema: está tardando un rato, eso es


           todo.  La  prisión  rota.  Puertas  de  retrete.  Nunca  cambia


           nada.



           —No —digo.




           La mujer del sueño parpadea.



           —Soy  Jean  le  Flambeur  —digo—.  Robo  lo  que  me


           apetece, cuando me apetece. Y me iré de aquí cuando


           me apetezca, ni un segundo antes. De hecho, le estoy


           cogiendo  cariño  a  este  sitio…  —El  dolor  pinta  el


           mundo de blanco y no veo nada. Me echo a reír.



           En alguna parte, en mi sueño, alguien se ríe conmigo.


           Mi  Jean,  dice  otra  voz,  tan  familiar.  Ah,  sí.  Nos  lo


           llevamos.



           Una mano de cristal me acaricia la mejilla mientras mi


           cerebro  simulado  decide  por  fin  que  ha  llegado  la


           hora de morir.



           Mieli sostiene el cadáver del ladrón en sus brazos: no


           pesa nada. La pellegrini entra flotando en la prisión,


           procedente  del  hueso  de  melocotón,  como  una


           ondulante ráfaga de calor. Adopta la forma de una


           mujer alta con un vestido blanco, con el cuello ceñido







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