Page 14 - El Ladrón Cuántico- Hannu Rajaniemi
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—No estás aquí de verdad. No eres real. Sólo sirves
para que no me vuelva loca en esta prisión.
—¿Funciona?
Mieli la atrae hacia sí, le besa el cuello, saborea su
sudor.
—No, la verdad. No quiero irme.
—Siempre fuiste la más fuerte de las dos —dice
Sydän. Acaricia el cabello de Mieli—. Ya casi es la
hora.
Mieli se aferra a ella, al contacto familiar de su cuerpo.
La serpiente enjoyada de la pierna de Sydän presiona
con fuerza contra ella.
Mieli. La voz de la pellegrini es como un viento helado
dentro de su cabeza.
—Sólo un poquito más…
¡Mieli!
La transición es brusca y dolorosa, como si hubiera
mordido el hueso del melocotón; la inflexible pepita
de realidad amenaza con desportillarle los dientes.
Una celda, débil y artificial luz solar. Una pared de
cristal, y al otro lado, dos ladrones, conversando.
La misión. Interminables meses de preparativos y
ejecución. Alerta por completo de sopetón, el plan se
despliega en su mente.
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