Page 758 - Herederos del tiempo - Adrian Tchaikovsky
P. 758
que caían sobre ellos, impulsándose en el vacío
ingrávido hacia sus presas. Pensó en huevos.
Quizá Lain albergaba pensamientos similares.
—¡Karst! —espetó—. Karst, os necesitamos
dentro.
—Nos estamos acercando a la escotilla del hangar
de lanzaderas —informó Karst, como si no lo
hubiese oído.
—Karst, están dentro —insistió Lain.
Hubo una pausa, pero el laborioso avance de las
cámaras no se detuvo.
—Manda a alguien allí desde el interior. Yo me
ocuparé de esto, y luego volveremos dentro. ¿O
quieres que aparezcan justo en el exterior de tu
puerta?
—Karst, el cargamento no tiene gravedad ni
atmósfera. No puedo simplemente mandar… —
comenzó Lain.
—Déjame acabar con este nido y luego
volveremos —la interrumpió Karst—. Las
mantendremos bajo control, no te preocupes. —
Sonaba enloquecedoramente tranquilo.
Luego recibieron otra transmisión desde el
interior de la nave, un momento confuso de
gritos y chillidos… y luego nada.
Siguió un silencio. Lain, Alpash y Holsten se
miraron entre sí, consternados.
757

